Si hay una música que identifica a Portugal es el fado. Un sitio donde disfrutarlo de manera muy especial, según me cuentan quien han estado ya allí, es Lisboa. A quien me daba estas referencias ya les he dicho que las buenas notas las dejaré para después del medio maratón que disputaré en la mencionada capital lusitana el domingo, 20 de marzo.

Afrontaré los 21 kms después del Campeonato de España individual de cross que se disputó el domingo pasado. Esta semana he entrenado pensando en facilitar la recuperación. De todas formas, he metido algo de carga, no mucha, porque abril está a la puerta de la esquina.

Por qué titulo este post fado asiático, pues porque mientras pensaba en redactarlo he recibido un libro escrito en chino donde se cuenta el gesto que en su día tuve con Abel Mutai. Ha sido una sorpresa súper agradable que me ha dado un buen subidón.

Que en las partes más remotas del mundo se acuerden todavía de eso y lo valoren como lo valoran, es un estímulo más que me va a ayudar a hacer buenos kilómetros en la media maratón de Lisboa.

Reconozco que debería leer mucho más de lo que leo, pero mirando libros de esta ciudad me he enterado que tiene entre sus hijos al escritor y poeta Fernando Pessoa. Pues bien, hay una frase suya que me ha gustado mucho que quiero compartir con todos vosotros porque me ha hecho pensar: «Las personas son el tamaño de sus sueños«.