Vamos por partes que con el titular de este post ya os habréis ido a la segunda parte que hay tras la coma. Jajajaja. La tierra lusitana me ha dejado un buen sabor de boca. He sido el primer español clasificado en esta multitudinaria media maratón, mejorando el crono hecho en Granollers. El día no estaba para ir a por marcas personales -como así lo evidenciado la clasificación general-. Eso nos lo ha dejado bien claro tanto el viento como el calor que a primera hora han hecho acto de presencia y ha ido a más durante la prueba.

Bien es cierto que hace una semana en mis planes estaba rondar mi marca personal. Y con esa mentalidad iba, porque los entrenos nos decían que podíamos estar en esos tiempos. Por qué no decirlo. Como el tiempo no lo controlamos solo ha habido una posibilidad: adaptarse, aguantar el viento y combatir el calor hidratándose.

Me he sentido fuerte durante toda la prueba y eso que permitidme que os cuente un secreto: en los dos días anteriores a la prueba he dormido apenas 10 horas. Retrasé mi llegada a Lisboa al sábado porque mi hermana se puso de parto el viernes. Así que esa noche toda la familia la pasamos prácticamente en blanco con la ilusión de ver la carita de mi pequeña sobrina Elene. Y el sábado me tuve que marchar a primera hora sin verla porque todavía no había venido a este mundo. La conocí camino de Lisboa vía wasap y mientras hacía kilómetros.
Que me voy del tema… Aun con el viento, el calor y las pocas horas de sueño, de Lisboa me traigo buenas sensaciones. He luchado y he sido valiente. No me he dejado llevar por las circunstancias señaladas y he hecho una carrera de las que suman cara al objetivo final que no es otro que disputar un maratón en abril.
Y como los atletas y las personas en general nos movemos por los buenos recuerdos a la hora de repetir experiencias agradables, Martín y yo, hemos decidido que la maratón donde intentaremos coger el último boleto para Río de Janeiro será la de Hamburgo. Allí, hace apenas un año debuté con una buena marca: 2 h 13´43¨.
El 17 de abril volveré a Alemania. Hasta entonces queda un mes frenético y muy ilusionante.